El anticucho es un plato criollo del Perú a base de carne de distintas variedades ensartadas en un palito de caña o de metal que se cocina a la parrilla. Es originario de los países sudamericanos antiguamente incluidos en el Imperio Inca y posteriormente en el Virreinato del Perú y está considerado como uno de los más populares y típicos en algunos países de este continente, particularmente gastronomía peruana, En el Perú es una tradición desde épocas coloniales y esta ligada a la Procesión del Señor de los Milagros
HISTORIA
HISTORIA
Según textos del archivo de la Biblioteca Nacional de Lima (Perú), se cree que el término proviene del quechua antikuchu (anti: Andes y kuchu: ‘corte’) o anti-uchu (uchu: ‘potaje, mezcla’).
Los anticuchos se pueden rastrear en textos españoles del siglo XVI, cuando los conquistadores españoles llegaron al Perú. En esa época al anticucho se le agregaron ingredientes europeos, como la carne de res (que remplazaría a la de llama u otros utilizados en la época del imperio Inca) y el ajo. Al respecto, la escritora Erika Fetzer, menciona que de acuerdo a la tradición, los anticuchos se preparaban originalmente con carne de llama y que al llegar los españoles los ensartaron con palitos a modo de brochetas.[1]
Los españoles trajeron también esclavos negros, que se establecieron en el Lima y en la costa del sur chico de la Ciudad de los Reyes del Virreinato del Perú. Ellos adoptaron este plato (o lo adaptaron del que ya comerían en África).
En aquellos tiempos los españoles desechaban todo tipo de vísceras y se las daban como alimento a los esclavos. A ellos se debe la receta actual que nació con la necesidad de tener un plato atractivo, de buen aspecto y mejor sabor; específicamente se usaba el corazón de la res. En el Perú, se mantiene la tradición, el nombre y esos ingredientes.
Los anticuchos se pueden rastrear en textos españoles del siglo XVI, cuando los conquistadores españoles llegaron al Perú. En esa época al anticucho se le agregaron ingredientes europeos, como la carne de res (que remplazaría a la de llama u otros utilizados en la época del imperio Inca) y el ajo. Al respecto, la escritora Erika Fetzer, menciona que de acuerdo a la tradición, los anticuchos se preparaban originalmente con carne de llama y que al llegar los españoles los ensartaron con palitos a modo de brochetas.[1]
Los españoles trajeron también esclavos negros, que se establecieron en el Lima y en la costa del sur chico de la Ciudad de los Reyes del Virreinato del Perú. Ellos adoptaron este plato (o lo adaptaron del que ya comerían en África).
En aquellos tiempos los españoles desechaban todo tipo de vísceras y se las daban como alimento a los esclavos. A ellos se debe la receta actual que nació con la necesidad de tener un plato atractivo, de buen aspecto y mejor sabor; específicamente se usaba el corazón de la res. En el Perú, se mantiene la tradición, el nombre y esos ingredientes.
Este plato alcanzó con el tiempo gran demanda, haciéndose más usual y desprejuiciado su consumo en el Virreinato del Perú y luego avanzado el siglo XX, en otros puntos de Sudamérica.
En el Perú se consumen los anticuchos en base a la ya tradicional receta del siglo XVI a base de corazón de res. Preparados similares con carne de pescado, pollo, mariscos y de otras carnes a la parrilla se les llaman brochetas
En el Perú se consumen los anticuchos en base a la ya tradicional receta del siglo XVI a base de corazón de res. Preparados similares con carne de pescado, pollo, mariscos y de otras carnes a la parrilla se les llaman brochetas
INGREDIENTES:
sal y pimienta al gusto
100 gramos de ají mirasol seco
una cucharada de achiote en grano
vinagre 1/4 kilo de ajos molidos
manteca
2 1/2 cucharaditas de comino
choclos
PREPARACION
Se limpian bien los corazones de todo nervio y gordo y se corta en trozos pequeños, los que se ponen en una fuente de loza, se les echa sal, pimienta, ajos molidos, ají fresco molido, los cominos bien machucados y se cubre todo con vinagre, se mueve bien y se tapa por espacio de 24 horas o más. El ají mirasol se despoja de sus pepas y se ponen a remojar en agua con sal, la misma cantidad de tiempo que los corazones.
Al día siguiente se escurre bien los ajíes del agua y se muelen bien, que queden como una pasta; se le adiciona un poco del espeso del adobo de los corazones que esté bien escurrido del vinagre, sal y manteca que se le ha dado color con el achíote, todo se entrevera bien y queda la salsa lista.
Los trozos de corazón se escurren del adobo y se ensartan de seis en seis en cañitas, terminada esta operación se van colocando las cañitas sobre las parrillas que ya estarán calientes y se les echa encima de las cañas preparadas bastante salsa y se dejan que vayan cocinando. Para esparcir la salsa sobre los anticuchos se hace una mota de las pancas de los choclos cortadas en tiritas delgadas.
Los anticuchos como son bien picantes se sirven acompañados con choclos sancochados
Al día siguiente se escurre bien los ajíes del agua y se muelen bien, que queden como una pasta; se le adiciona un poco del espeso del adobo de los corazones que esté bien escurrido del vinagre, sal y manteca que se le ha dado color con el achíote, todo se entrevera bien y queda la salsa lista.
Los trozos de corazón se escurren del adobo y se ensartan de seis en seis en cañitas, terminada esta operación se van colocando las cañitas sobre las parrillas que ya estarán calientes y se les echa encima de las cañas preparadas bastante salsa y se dejan que vayan cocinando. Para esparcir la salsa sobre los anticuchos se hace una mota de las pancas de los choclos cortadas en tiritas delgadas.
Los anticuchos como son bien picantes se sirven acompañados con choclos sancochados